Palmeras para interior
Todas las diferentes diversidades de Palmeras de interior que podemos encontrar en el mercado se pueden cultivar en macetas con un excelente resultado.
Hay muchas variedades para elegir, pero siempre debemos tener en cuenta el tamaño y la rapidez de su crecimiento para que dispongan de suficiente espacio.
De forma genérica se puede decir que todas son de cuidados muy elementales y apenas nos darán problemas en el mantenimiento.
La mayoría necesitan de una humedad ambiental moderada o elevada; se puede seguir el criterio de proporcionarles una copiosa humedad en su entorno y poco riego en el sustrato.
Cuando se desarrollan en contenedores necesitaran más cantidad de agua que si están establecidas en tierra.
En primavera y verano hay que regarlas con abundancia, de forma que el agua salga por os agujeros de drenaje, pero, para no equivocarnos conviene dejar secar un poco la tierra antes de regar de nuevo. En invierno los riegos deben realizarse moderadamente, sin saturar el sustrato. Aunque la mayoría de las Palmeras se adaptan a diferentes temperaturas prefieren climas cálidos, donde la temperatura no baje de los 10C.
En cuanto al abonado sólo hay que aportarles en el periodo de máximo crecimiento de modo comedido y siempre algo menos que lo que recomiende el fabricante; cada tres semanas será suficiente. Requieren un menor aporte cuando se cultivan en macetas.
Una buena ducha puede hacer milagros si las hojas están sucias o polvorientas, el mantenerlas limpias mantendrá alejados a plagas y enfermedades.
El cambio de maceta sólo hay que efectuarlo cuando sea estrictamente necesario, a las Palmeras les gusta tener las raíces algo apretadas.
Al trasplantar conviene asegurarse de que el compost está firmemente compactado, para que no se incline por su peso.
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