Esta especie verdaderamente vistosa de helecho rizomatoso, es una popular planta de interior de gran belleza, por su apariencia plumosa.
Se encuentra con frecuencia en las cercanías de riachuelos o pozos, donde crece de forma espontánea.
Existe un extenso número de variedades.
Presenta un follaje delicado, de hojas redondeadas de forma triangular que cuelgan en frondas de tallos fuertes con aspecto de alambre en color negro.
La raíz es un tallo carnoso y delgado que se encuentra bajo tierra, llamado rizoma, y que, con los debidos cuidados desarrolla constantemente nuevos frondes que brotan a partir de pequeñas bolas verdes.
Hay que proporcionarle un lugar con luz abundante, pero sin sol directo, mejor si es filtrada.
Una elevada cantidad de humedad en el entorno de esta planta es básico; hay que proporcionarle dicha humedad rociándola frecuentemente con un difusor con agua que no contenga cal y que esté algo tibia.
Conviene colocar el tiesto o maceta sobre un plato grande cubierto por un lecho de guijarros con agua.
Todas las variedades de Adiantum crecerán de maravilla alrededor de fuentes que estén ubicadas a la sombra en jardines o patios.
Requiere un sustrato muy poroso, de modo que el suelo permanezca húmedo pero que el agua escurra fácilmente.
Los rizomas deben ser plantados a poca profundidad, en tiestos más anchos que altos, con una buena capa de drenaje.
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